LA BATALLA DE NORMANDIA (LA INVASIÓN DE EUROPA-EL ASALTO A LAS PLAYAS DE FRANCIA) VII PARTE

Otros objetivos de la división fueron destruir los puentes sobre el río Vrire (3ª Brigada canadiense), y la destrucción de las baterías de Merville-Franceville, bajo la supervisión del teniente coronel Otway y dos destacamentos del 3º y 9º batallón, unos 800 hombres (4:30h empezó el ataque y a las 5:00h.terminó). El ataque a la posición de alemana de la batería de Merville, merece un punto de atención, ya que su destrucción fue vital para la exitosa operación del desembarco. El teniente coronel Otway le había correspondido una difícil misión, quizá la más temeraria del Día-D. Su misión consistía en neutralizar los cuatro potentes cañones instalados en una batería de artillería costera alemana situada en Merville; dichos cañones, según el servicio de inteligencia británico creía que podrían tener efectos devastadores sobre las tropas que desembarcaban en la playa Sword, si antes no eran inutilizados. La posición estaba fuertemente defendida y rodeada por impresionantes defensas, una primera línea de campos minados, grandes rollos de alambre de espino, una segunda línea de campos de minas, alambres de espino, búnkeres con ametralladoras y posiciones con morteros imposibilitaban a primera vista un ataque con menos de 200 hombres. La batería alemana estaba guarnecida por más de 200 soldados. En principio el ataque estaba preparado para lanzar a todo el 9º Batallón y un grupo del 7º Batallón de paracaidistas. Pero el salto de la fuerza atacante fue poco preciso, la fuerza principal fue desperdigada debido a la mala visibilidad y al fuego antiaéreo alemán. Otway tuvo que contentarse con 150 hombres de los cerca de 800 previstos para el asalto. Los ingenieros abrieron camino entre los campos de minas alemanes y varios torpedos de minas Bangalore agujerearon la alambrada. Tan sólo 22 alemanes sobrevivieron al asalto, mientras que Otway había perdido a 90 hombres. La misión fue satisfactoriamente ejecutada, y los cañones alemanes no pudieron disparar sus mortíferas cargas de fuego contra las playas del sector anglocanadiense, principalmente porque los cañones no habían sido instalados, un craso error del servicio de inteligencia militar aliado. Finalmente, Otway pudo lanzar una bengala amarilla, señal de la victoria, para informar a la flota frente a la costa de que la batería había sido inutilizada.  .

CONFUSIÓN EN LOS LANZAMIENTOS

Para las divisiones americanas, las cosas no funcionaron muy bien ( al oeste). No tuvieron tantos éxitos como los británicos, ya que los pilotos eran bastante inexpertos, creando una confusión en los lanzamientos, las nubes obligaron a dispersar a los aviones, provocando la total dispersión una vez llegados a tierra. Por error fueron lanzados sobre el mar o las marismas, incluso algunos aviones cayeron abatidos por el fuego artillero y muchos paras fueron lanzados encima de posiciones artilladas o de poblaciones como St. Mère Église. La misión se confirió a los hombres de la 101º y la 82º Aerotransportada. De los 6.600 hombres de la 101º que se lanzaron en paracaídas aquella noche, en condiciones climáticas adversas y con el cielo muy nubloso, sólo 1.100 llegaron a los puntos de cobertura establecidos por el mando al amanecer. Otros 1.400 llegaron a su destino al final del día. El resto aterrizó muy lejos de las zonas de combate establecidas. Sólo dos batallones del 505º Regimiento llegaron agrupados al suelo. En medio de la noche intentaron formar sus unidades, haciendo sonar sus “Crikets”. Los soldados norteamericanos utilizaron un grillo metálico para identificarse en la oscuridad, un chasquido sería contestado por otro doble en señal de reconocimiento. Mientras los británicos utilizaban el siniestro gemido de un cuerno empleado en las cacerías del zorro para identificarse, lo cual indicaba la retirada o reunión de las tropas. Los tropas aerotransportadas utilizaron un sistema más prudente para no llamar la atención de los soldados alemanes, mientras a los británicos les gustaba alardear de su presencia en el campo de batalla. El general de las SS Bitrich, dijo refiriéndose a ellos durante la batalla por el puente de Arhem, cuando los paracas ingleses utilizaban el cuerno antes y después de la batalla: “Valor de locos insensatos”. El único problema del grillo metálico, era que su ruido era muy parecido al cerrojo del mauser cuando se cargaba, y algunos soldados norteamericanos murieron debido a ello, al pensar que se trataba de algún compañero perdido.

CHEF DU POINT

En la ciudad de Sainte Mère Église, una de las poblaciones, que fueron escogidas como objetivo de aterrizaje de la 82º División Aerotransportada, detrás de la playa de Utah, un bombardero aliado provocó el incendio de una de las casas más grandes del pueblo, poco después de medianoche. Mientras la gente apagaba el incendio bajo la atenta mirada de los soldados alemanes, aviones Dakota empezaron a sobrevolar el pueblo. En pocos minutos, la compañía F de la 82º División fue lanzada equivocadamente sobre St. Mère Église y aniquilada. Los solados alemanes disparaban a los norteamericanos, mientras descendían sobre el pueblo como si de tiro al pichón se tratara. Un paracaidista, John Steele, que quedo atrapado en la torre de la Iglesia, fingió su muerte para evitar que le disparasen. Tres horas después, de largos y encarnizados combates, los hombres del Tercer Batallón del 505º Regimiento de Infantería Paracaidista (82º Aerotransportada), bajo el mando del teniente coronel Edward C. Krausse, entraron en Sainte Mère Église desde las zonas donde habían aterrizado. Los alemanes abandonaron la posición y se retiraron hacia el interior, hasta sus líneas de combate. El coronel krausse hizo su bandera de barras y estrellas en lo alto del campanario de la iglesia. Los americanos liberaron la primera población francesa por primera vez desde 1918. Excepto uno que se salvo, al quedarse enganchado en el campanario de la iglesia del pueblo. Por la mañana dos batallones del 505º Regimiento, capturaron la población bloqueando la carretera principal que corría paralela a la playa de invasión de Utah, e impidiendo de este modo la llegada de tropas alemanas desde Chersburgo. Dos hombres del 82º también capturaron el puente que cruzaba el río Merderet, que luego perderían tras una contraofensiva alemana. La 101º fue lanzada al sur de la 82º División, y su objetivo era tomar las vías de comunicación que partían de la playa Utah hacia las marismas. Y finalmente tomar los puentes sobre el río Dauve y la carretera de Carentan a St. Mère Église. Los lanzamientos de la 101º división fueron más aglutinados que los de la 82º. A partir de aquí empezaron a establecerse los primeros contactos con las tropas procedentes del mar. La invasión aliada había empezado, la liberación de Europa estaba próxima.