LA BATALLA DE NORMANDIA (LA INVASIÓN DE EUROPA-EL ASALTO A LAS PLAYAS DE FRANCIA) I PARTE

COMIENZA LA INVASIÓN

El 6 de junio de 1944, daría comienzo el mayor desembarco anfibio militar de la historia. Decenas de miles de hombres en sus lanchas de desembarco se acercan las playas de Francia, la neblina provocada por la artillería naval y el bombardeo de los aviones, convertirían las playas de Normandía en una duda inesperada, de lo que se iban a encontrar los solados aliados. Para los hombres de las cinco divisiones de  asalto, esas primeras horas del Día-D fueron momentos de muerte, miedo y valor. Las playas se convirtieron en un auténtico caos en hombres, vehículos y barcazas de desembarco. Todo ello, sumado a la mala mar que hace zozobrar las lanchas, a los nervios de los hombres que van a enfrentarse a una muerte segura, y para muchos de ellos aquellas playas, hoy desoladas, antaño, protagonistas de una de las mayores batallas de la historia, se convertirían en su tumba.

El desembarco aliado de 1944 pudo haber acabado en desastre. Winston Churchill pensaba que el 6 de junio amanecería con una gran catástrofe, con miles de bajas y Eisenhower preparó un breve discurso para anunciar que la empresa había fracasado.

Durante la batalla de Normandía volvieron a enfrentarse los dos hombres que había rivalizado en el combate durante las batallas en el Norte de África, Rommel y Montgomery. Pero será el alemán quien acierte con el calificativo que merece la fecha. Rommel dijo a su ayudante, el capitán Lang, el 22 de abril de 1944:

“Créame Lang, las primeras veinticuatro horas de la invasión serán decisivas…de su resultado depende el destino de Alemania. Tanto para los aliados, como para nosotros, será el día más largo”

Los americanos planearon una operación moderna con métodos modernos; aquí radica el éxito del Día-D, frente al orden alemán, la aparente improvisación norteamericana. En estos momentos aparece en escena el general George S. Patton, el de la bofetada en Sicilia, hombre temperamental, que crea otro conflicto. En una reunión en Londres donde casi todos los asistentes eran británicos, (mujeres del síndico feminista) lanzó

la teoría de que una vez lograda la victoria, EEUU y Gran Bretaña tenían que unirse irremediablemente para dominar al mundo. En realidad, los oyentes sacan la conclusión de que será Norteamérica la única potencia que quede en pie. Tras una serie de reclamaciones e intervenciones de la Secretaria de Estado de los EEUU, que sólo la tenacidad y la confianza de Eisenhower en Patton logran acallar el gran revuelo. Incluso una vez derrotada Alemania y firmado el armisticio, Patton mencionó a Bradley la posibilidad de devolver las armas a los alemanes y luchar contra el amenazante Ejército Rojo; incluso por su cuenta se negó a desarmar a un Regimiento de Panzergrenadier de las SS y los mantuvo como su guardia personal entrenándoles y manteniéndoles a punto, en el castillo de Frünstenberg, en Alemania, donde Patton se alojaba. En Principio, la Operación Overlord era de muy limitados alcances: poner pie en el continente y destruir al ejército alemán. Eisenhower plantea la cuestión en términos mucho más amplios. Es preciso destruir al enemigo en sus centros vitales que son, por una parte la zona industrial del Ruhr, y por otra, la cuenca del Sarre. El avance en una sólo dirección, el ataque frontal, no decidiría la batalla por muchas y graves pérdidas que sufriera el enemigo. Se impone, por tanto, un frente móvil que permita aprovechar cuanto antes las puertas de Bélgica, liberar Francia, cruzar el Rin y eliminar o eludir el paso de la línea Sigfrido. Tras largas discusiones fue aprobado el siguiente esquema general de la invasión:

  1. Desembarco en algún punto de Normandía.
  2. Plantear la batalla decisiva en la región de Normandia-Bretaña y romper el cerco enemigo. La dirección táctica de estas dos primeras fases recaería sobre el general Montgomery.
  3. Persecución del enemigo sobre un amplio frente. Los dos Grupos de Ejército, encomendado al de la izquierda la conquista de los puertos, llegar a la frontera alemana y amenazar el Ruhr, y al de la derecha, el enlace con las fuerzas que invadirían Francia desde el sur. (Operación Dragón, VI Cuerpo de Ejército USA y II Cuerpo de Ejército de la Francia Libre, los cuales estarían encuadrados en el VII Ejército, bajo el mando del general Alexander M. Pacht.)
  4. Creación de una base a lo largo de la frontera occidental de Alemania, para asegurar la posesión de los puertos belgas y los del Mediterráneo.
  5. Mantener una constante ofensiva para desgastar al enemigo y dar lugar a la concentración de fuerzas para la batalla final.
  6. Destrucción del enemigo al Oeste del Rin y creación de cabezas de puente en su otra orilla.
  7. Ataque final de doble franqueo del Ruhr, con avance inmediato a través de Alemania
  8. Aniquilamiento total de Alemania.

Quedaba por elegir la fecha inicial de la ofensiva. En la conferencia de Teherán, Roosevelt y Churchill prometieron a Stalin que se llevaría a efecto en el curso del mes de mayo, fecha dada un tanto a la ligera para acallar los apremios del dictador rojo.